martes, 6 de febrero de 2007

Estimulación


Escuchando: Bridge over troubled water (Simon & Garfunkel)




En mi memoria:


Un pastel en los labios, un olvido
con nata en la memoria de la frente.
De chocolate y oro la pendiente
del seno, las ardillas del vestido.
La bizarra silueta de un bandido
en los ojos. La imagen balbuciente
del aquel primer amor, su negligente
porte de adolescente forajido.
Fresas y soledad en las mejillas,
celofán de los hombros, tulipanes
de brisa y risa y mar y tierna veda
de minúsculos tigres, o abubillas
al acecho de fieros gavilanes.
El cremoso susurro de la seda.

(Luis Alberto de Cuenca)




Pese a lo que mucha gente cree, Stevenson y Poe no llegaron a ser coetáneos. Poe fallece en 1849, a la temprana edad de 40 años, y Stevenson nacerá en 1850. Existen varios paralelismos en su obra, y aún en sus vidas. Sabido es que Poe se refugiaba de sus grandes depresiones con el láudano y la bebida, también es conocida la relación del láudano y la bebida con su obra. Algo menos conocido en que Stevenson recibía un tratamiento con el llamado hongo cornezuelo del centeno (de ahí se sintetiza el LSD), con el fin de aliviar las dolencias de la tuberculosis que padeció desde edad muy temprana. Se cuenta, y así parece, que El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, la redactó en sólo seis días “ayudado” por este hongo.

En resumen, que llevo tres días atacado por un virus, y no encuentro bebida o droga que me estimule a escribir nada. Por eso os cuento estas historias que a mí me fascinan por referirse a dos de mis escritores preferidos. Y para que sepais que sigo vivo.

kuko

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo ya te he dicho qué remedio se me ocurría para paliar los daños de la dichosa gripe. Si no se te ocurre mejor remedio, llámame y yo me ocupo. En cuanto a lo de estar vivo...sí, estás vivo :)
Un abrazo sincero
Kit

Anónimo dijo...

Ah, mi querido kuko, también me estoy yo reponiendo de la picadura de un bicho que me picó (me mordió, más bien)...Sé que los virus - el tuyo- son más malévolos porque no les puedes dar un manotazo pero a ese bicho, con un toque de flusflis que ni siquiera dañe el ozono: zumbido rápido, espiral en picado y desaparición. Deseo que te repongas y, ya ves, nos ponemos a tu servicio para arremeterte las sabanitas. Un beso

Anónimo dijo...

Mmmmm...demasiados días ya. No ha funcionado la sopita, ni los mimos. Voy a tener que hacer algo ¡y ya! Pensaré en ello.
Mi beso
K.