viernes, 24 de diciembre de 2010

Otra Navidad





Muchas familias preparan ya sus cenas. Han comprado regalos para todos, se reunirán al abrigo de una casa con calefacción y serán felices.

Algunos hasta pasarán la Navidad en una playa del hemisferio sur, tomándose una caipiriña y buscando la sombra para protegerse del sol.

Otras, en cambio, estarán ahora mismo pasando frío y buscando algo que llevarse a la boca, ya no esta noche, sino durante el día. Algunos tendrán que vivir por primera vez el mal trago de ver una silla vacía en la cena.

Como todos los años, hoy se derramarán lágrimas y no todas lo serán de alegría.

(Sí, se que me repito mucho todos los años, pero me parece justo y también necesario).

Feliz Navidad.



kuko-

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Inmóvil


Ilustración: Adán y Eva (Rosario de Velasco)

Escuchando: Wonderful tonight (Eric Clapton)





En mi memoria:

“Pero si,
pese a todo,
no puedes evitarlo;
y congelas el júbilo,
y quieres con desgana,
y te salvas ahora,
y te llenas de calma,
y reservas del mundo,
sólo un rincón tranquilo,
y dejas caer los párpados
pesados como juicios,
y te secas sin labios,
y te duermes sin sueño,
y te piensas sin sangre,
y te juzgas sin tiempo,
y te quedas inmóvil
al borde del camino,
y te salvas;
entonces
no te quedes conmigo. "

(Mario Benedetti)





Mientras el mundo gira y el tiempo nos arrasa, permanecemos quietos pensando en un futuro que no nos pertenece. En esa lánguida espera, nuestra vida está siempre en proyecto. Nunca empieza.

Le conté que parecíamos amarrados al suelo con unas grandes raíces, que no quería convertirme en páginas de un diario viejo arrancadas por el viento y que ya me sentía como una gota de lluvia a punto de evaporarme.

Aunque ella reconoció que somos el fragmento del sueño de alguien que permanece en coma, decidió seguir tejiendo como Penélope.

Y yo me callé y no le dije que debíamos olvidarlo ya, que el mañana era incierto y que pudiera ser que en un minuto ya fuera tarde.

Apenas alcancé a decirle “Me perteneces. Te pertenezco. Nada puede evitarlo”.


kuko-