viernes, 2 de febrero de 2007

Frágiles



Escuchando: Fragile (Sting)



En mi memoria:

Me colmó el sol del poniente
el corazón de onzas doradas.
Me levanté por la noche a verlas.
¡No valían nada!
De onzas de plata la luna
del alba me llenó mi alma.
Cerré mi puerta en el día por verlas.
¡No valían nada!
(Juan Ramón Jiménez)





Creo que pasó el tiempo de sentir una debilidad que no es nuestra.

Lo difícil era decidirlo y ya lo he hecho. Ahora me preguntas asombrada si lo cumpliré, como si no me conocieras: doblaré el Cabo de Hornos ayudado o no por los vientos australes, ¿todavía lo dudas?

Mientras tanto, pasan las horas en nuestra funda de piel, mi pecho en tu espalda.

Dices que sólo puedes sentirte frágil enfrentándote a mi fuerza. Y yo te repito que pasó la hora de sentir esa levedad que ya no nos pertenece.

kuko

1 comentario:

Anónimo dijo...

Quizá porque la levedad no es más que un señuelo... Ya llegará, de pronto, la verdadera levedad kunderiana... O quizá es que en el juego de oposiciones equivocamos los complementarios... Besos