jueves, 1 de febrero de 2007

Llantos



Escuchando: Stop crying your heart out (Oasis)






En mi memoria:


"Inventaron un cristal que dejaba pasar las moscas. La mosca venía, empujaba un poco con la cabeza y pop ya estaba del otro lado. Alegría enormísima de la mosca. Todo lo arruinó un sabio húngaro al descubrir que la mosca podía entrar pero no salir, o viceversa, a causa de no se sabe qué macana en la flexibilidad de las fibras de este cristal que era muy fibroso. En seguida inventaron el cazamoscas con un terrón de azúcar adentro, y muchas moscas morían desesperadas. Así acabó toda posible confraternidad con estos animales dignos de mejor suerte."

(Julio Cortázar – Progreso y retroceso)



Se cuenta, y debe ser cierto, que el poeta Virgilio gastó una cifra desorbitada en un funeral. Me refiero a una cifra que sería superior incluso a un millón de euros actuales.

Y es que estaba compungido porque se había muerto una buena amiga: una mosca, que era su mascota. Por ello, organizó un funeral de los que acostumbraban a tener los grandes personajes patricios en la Roma del siglo I: contrató una orquesta, unas plañideras e incluso le construyó un mausoleo especial al insecto que no había hecho méritos, siquiera, para protagonizar un relato de Cortázar (me encanta ese relato, al principio había elegido un poema sobre el llanto, pero me acordé de éste mientras íba escribiendo).

El llanto puede tener su utilidad: descongestiona el alma o, cuando menos, la nariz. Si el llanto no sirve para ninguna de estas dos cosas, estaremos ante algo absolutamente inútil.

kuko

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que a veces, por tus lunfardas conclusiones, jajajaja, pareces más rioplatense que mediterráneo, pero me encanta..buagggggg, ¿para qué el llanto? El otro día me enviaron poemas de Cortázar qu eno había leído, desiguales, pero todos, tocados por esa gracia de los "del otro lado", de aquellos, como dice Callaso "se dejaron tocar por lo divino" Besos

Anónimo dijo...

No es Callaso, es Calasso, Roberto, para más señas