jueves, 11 de octubre de 2007

Otoño


Ilustración: Soldado descansando (Mikhail Larionov)

Escuchando: She´s a rainbow (The Rolling Stones)




En mi memoria:

"El problema es que los escritores jóvenes parecen creer que con el talento basta, pero hay mucha gente con talento. Lo que tienes que hacer es trabajar mucho. Probablemente porque para escribir unas narraciones o una novela entera, un cuaderno y un bolígrafo son suficientes, la gente cree que es algo fácil. Pero si quieres ser un escritor entonces tienes que escribir... y romper. Escribir y romper. Todo escritor pasa por un estadio en el que lo que escribe es casi bueno, pero no lo bastante bueno. Lo que te conduce de este estadio al punto de ser lo bastante bueno es el proceso de escribir y romper, escribir y romper. Y naturalmente leer. No le puedes decir a un aspirante a escritor como escribir, solo que se consigue con este proceso de escribir y escribir e intentarlo de nuevo. Y así sucesivamente."

(Doris Lessing)




Después de unos larguísimos minutos en los que sólo se podían escuchar sus sollozos, levantó la cabeza y su mirada se cruzó durante un instante con la mía.

Me refiero a esa fracción de segundo en la que cuentan que puedes ver tu vida poco antes de morir. Una diezmillonésima parte de un milisegundo pero que es suficiente para sentir como tu alma se hiela. El tiempo necesario para recordar que podría ser cierto que ella me había amado durante toda una vida sin esperar nada a cambio. El momento preciso para que hiciera efecto un dardo en el que estaba escrito “Nada te pedí, salvo que tuvieras fe en mí”.


Era inútil decir o hacer nada. Así que me levanté y salí a la calle. Ya era de noche. La luz de los faros de los coches se distorsionaba en mis fatigados ojos. Era consciente de que caminaba por la ciudad esquivando fantasmas. Sabía que era mi última marcha hacia el solsticio de invierno.



kuko

6 comentarios:

Anónimo dijo...

OEEEEEEEEEEE OE OE OE OEEEEEEEEEEE, por fin! lo que nos ha costao. Porque se las razones de este largo silencio...que si no...
Tu escrito de hoy me recordó una canción (llámame romantica), una de Victor Jara...la vida es eterna en cinco minutos. Una llega a pensar que la vida es eterna en milesimas de segundo.

¿quien no ha pedido alguna vez que tuvieran fe en uno mismo?
Me alegra mucho tu vuelta, calamar!
:)

Anónimo dijo...

Un día luminoso, y tu regreso y "mi" Doris Lessing, no la del "Cuaderno dorado" o sí, pero siempre la mujer que piensa, vive y siente en "En busca de un inglés", por nombrar algún libro suyo no "de culto".

Y, alguien ama sin esperar nada a cambio?
Fe? Eso es demasiado, quizás tenura.

Me alegro de verte por aquí.
Sara

Anónimo dijo...

Te echaba de menos.
Bueno, ¿qué te voy a decir que no sepas?
Gracias por tus palabras
k.

Ogigia dijo...

Yo también te echaba d emenos, amigo mío. Un beso...qué bien, leerte

Anónimo dijo...

Aquí seguimos, amigo. Aquí seguimos.
Un abrazo de esos que sabes.
Y un beso,
k.

Anónimo dijo...

Kuko-lin
: )
Kuko, no sé cómo nos aman o nos han amado... cómo amamos nosotros?

Un beso grande.
Jade