miércoles, 13 de junio de 2007

Bob Dylan


Escuchando: The Times They Are A-Changin' (Bob Dylan)



En mi memoria:

Venid gente, reunios,
dondequiera que estéis
y admitid que las aguas
han crecido a vuestro alrededor
y aceptad que pronto
estaréis calados hasta los huesos.
Si creéis que estais a tiempo
de salvaros
será mejor que comencéis a nadar,
u os hundiréis como piedras
porque los tiempos están cambiando…


(De la canción anterior)




Creo (no estoy seguro) que es la primera vez que repito música de cualquier autor. Pero es que lo merece.

En un tiempo de malas noticias en general, la de que le han otorgado a Bob Dylan el el premio Príncipe de Asturias de las Artes me ha producido una “honda satisfacción” (la verdad es que la expresión venía “a huevo”, tras nombrar al Príncipe de Asturias).

Admiro por muchísimas cosas a Robert Allen Zimmerman: por su empeño en nadar casi siempre contracorriente; por haber ser quien es pese a que su condición de niño judío, hijo de un comerciante en una zona minera; por haberlo conseguido; por haberse enfrentado a sus raíces hasta convirtiéndose al cristianismo; por su antimilitarismo, tan difícil en momentos como Vietnam...

Así que aquí dejo mi pequeño homenaje al genio. Cuando Bruce Springsteen afirma que “Elvis liberó mi cuerpo, Dylan liberó mi mente"; y Joaquín Sabina lamenta que “hay un hueco generacional, porque los chavales de veinte años no tienen Bobdylanes de veinte años", es porque realmente estamos ante alguien importante que ha marcado una época, ¿no lo creeis?.



kuko

4 comentarios:

Ogigia dijo...

Me uno a ti en ese homenaje...francamente, no es mi preferido ni me significa como generación pero casi se ha convertido en un símbolo...sin casi

Anónimo dijo...

Pues..no sé, a mí no me gusta la idea. Bob Dylan hace años que dejó de ser Bob Dylan y me parece que simplemente ahora vive de antiguas glorias y de pasearse recogiendo premios.
Tiempo atrás fue nominado para el Nobel de Literatura y ahora esto. Amí me gustó Dylan en su momento, mucho, pero esto...mmm..nonono.
Sin embargo, un besazo te lo doy igual.
Muass
Kit

Anónimo dijo...

Cuando era niña solía visitar un internado. En las grandes ocasiones (radionovelas, cantantes consagrados y eventos similares, al menos para el rasero del costurero de la casa)se reunía allí lo más florido del personal aficionado, junto a las niñas mayores (todopoderosas niñas mayores, favoritas de la directora). Recuerdo de esta manera las primeras noticias que tuve sobre Bob Dylan. Por aquella época yo sólo oía la música de los demás, cuando los demás la elegían. Así que los grandes tiempos del mito a mí se me convertían en un sonido de fondo, como cuando vas a un templo y la música sacra indica que la ocasión es realmente especial. Mis ojos se detenían arrobados en las expresiones de amor incondicional a Bob, en los suspiros de resignación de la costurera, invadida en sus habitaciones privadas, donde la ropa había de lucir luego como los bordados encargados por Casanova... y una voz burlona que me decía: pero... la miaja esta qué hace aquí? que no conoces a Bob Dylan?...
Ah... qué suerte que el tiempo no se detenga, a veces.

Anónimo dijo...

Yo también discrepo de homenajear a Dylan. Creo que hace como los políticos pero con música y tratando de arrastrar ideologicamente tras un panfleto que le enriquecía.
Pero vamos solo a su obra. Nunca me interesó demasiado sin saber bien por qué. Siempre se antepuso Cohen.
En lo que estoy de acuerdo es en darle el Principe de Asturias. Es un premio que le queda bien a su trayectoria.