sábado, 13 de noviembre de 2010

Hambriento


Ilustración: Leyendo fuera (Duncan Hannah)

Escuchando: Fake empire (The national)



En mi memoria:
“Salí
de madrugada.
De madrugada
los granujas del barrio de Hammersmith
jugaban en una gabarra podrida.
Anduve

por las orillas del Támesis

masticando hojas de sauce

hasta los jardines de Kew.

¡Cómo me dolía el cansancio
cuando regresé, masticando las hojas de sauce!.
¡Dios mío qué camino tan largo
desde la madrugada del hambriento

hasta la noche!”.


(Hambre en Londres. Elmer Diktonius)



He vuelto de la calle dolorido porque hacía años que no me sentía tan solo.

Te echo de menos desde este lugar vacío a muchas horas de tu casa.

Tengo hambre de ti.
Te necesito.
Hoy daría cualquier cosa por pasar la noche contigo.

Cogeríamos castañas, tal vez manzanas, y luego haríamos una tarta juntos. Y después podríamos ir al cine y compartir las palomitas. O puede que acabásemos dando una vuelta, viendo como se escapa la noche paseando por tu ciudad. O cenar algo en un lugar tranquilo iluminado por tus ojos. Después, parar a tomar una copa, sin necesidad de decir nada.

No pido mucho, pero necesito mirarte.

Y al final del día
sólo apagar la luz
y desearnos buenas noches.

No pido tanto...



kuko-

4 comentarios:

María Antonia Ricas dijo...

te sigo, ya sabes, aunque la mayoría de las veces no se oigan mis pasos

Anónimo dijo...

Iba a escribir que ya no pido nada, pero no es cierto.......
Quiero lo mismo, exactamente, pero me temo que es todo un mundo lo que deseo.
Bsssssssssss
Jade

Anónimo dijo...

mmmm.. aquí en cambio me dejas ganas de arroparme para sentir el calor de , al menos, las mantas.
mas besos
Mest
Es que leí primero tus sueños antes que tu hambre.

Anónimo dijo...

Oh, la diosa Ogigia te sigue
( Pero pogg qué no te callajj)