miércoles, 2 de junio de 2010

Contabilidad


Ilustración: Sin título (Richard Lindner)
Escuchando: How it ends (Mychael Danna & Devotchka)



En mi memoria:

“En un viejo país ineficiente,
algo así como España entre dos guerras
civiles, en un pueblo junto al mar,
poseer una casa y poca hacienda

y memoria ninguna. No leer,
no sufrir, no escribir, no pagar cuentas,
y vivir como un noble arruinado
entre las ruinas de mi inteligencia.”

(Jaime Gil de Biedma)



Probablemente ya no volveré a cenar en tu mesa y ya nunca volveré a dormir en tu cama.

Mis ojos ya no podrán ver a tu blusa intentando no caerse del respaldo de la silla, abrazándose a ella en postura incómoda como una alpinista inexperta, que siempre acababa en el suelo con el resto de tu ropa.

Ya nunca escucharé tu respiración tranquila, ni tendré que mentirte cuando me preguntes si tú roncas como yo (tanto no, supongo… pero, no se te daba nada mal).

No volveré a adivinar tus ojos en la penumbra de la noche, ni nos dormiremos agotados por las risas. Tampoco tendré oportunidad de prestar atención a esas surrealistas versiones de coplas que inventabas en la ducha…

Y aunque es cierto que tampoco estaré obligado a sentir la gélida caricia de tus pies en invierno, este balance siempre se cerrará en negativo, y de nada servirá que dedique mi vida a intentar engañar a las columnas del debe y el haber.



kuko-

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Como siempre, es una maravilla leerte, oirte y verte.

Un beso.

María Antonia Ricas dijo...

Aquí,leyéndote, degustando

Anónimo dijo...

Qué bien tu lucha contra la pereza!!!
Graciassss.

BSSSSS Jade

Anónimo dijo...

estaba aqui cuando te fuiste...te vi cerrar la puerta, pero me habían enganchado tus palabras com siempre..que me dejan mirando al vacío pensando en lo que acabo de leer..con sumo placer, como siempre...
un beso aun con la mirada en un punto impreciso..
mest

Anónimo dijo...

Gracias por tus regalos, maestro. A menudo nos encontramos en las sensaciones que duelen pero que sacan una medio sonrisa a la nostalgia. Un abrazo

L