miércoles, 2 de diciembre de 2009

Lunas


Ilustración: Gitana durmiendo (Henri Rousseau)

Escuchando: The whole of the moon (Waterboys)



En mi memoria:

“Yo dibujaba un arco iris,
tú lo tuviste entre tus manos.
Yo tenía visiones,
pero tú viste todo el plan.
Yo vagué durante años por el mundo
mientras que tú permanecías en tu habitación.
Yo vi la luna en cuarto creciente,
tú viste la luna llena,
la luna llena... ”


(De la canción anterior)




Más allá de la silueta de los lejanos edificios, se dejaba ver la luna, recién aparecida entre nubes color ceniza, empujadas por el viento del suroeste.

Antes de cruzar la calle, miró hacia ambos lados, como le habían enseñado desde niño. Ni un solo coche, ni un signo de peligro. En realidad, no había nada. Esa misma nada que te hace mirar hacia atrás sin estar seguro de temer que alguien te siga.

Escuché una vez hablar de un monasterio, en algún lugar remoto, en el que la buena gente eleva sus oraciones por el alma de los que nunca pueden ver un plenilunio.

Ahora sí. Ya estaba llegando a casa y, antes de abrir la puerta y escuchar el chirrido del ascensor, dirigió una última mirada al cielo. Ahí estaba. Un ciclo lunar completo, eso decía el calendario, aunque de nada sirve poseer algo cuando eres incapaz de comprobar su existencia.

Las lunas no dependen de un ciclo, sino de los ojos que la observan. Así que era cuestión de cambiar de fase.

Por eso, pensó que esa noche no se acostaría como siempre para intentar dormir y despertarse el siguiente día buscando llenarse de razones para poder ponerse en pie. No, porque al borrarse la noche habría una razón que la luna dejaría en su ventana.



kuko-

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre dije que me gustaría que la luna no fuese cíclica, sino siempre diferente cada noche...
Imagina poder mirar al cielo y descubrir una forma distinta de luna cada vez...
Entonces no tendríamos que cambiar de fase, siempre sería "nueva"...

(Me hiciste asomar a la terraza, gracias)

:*

Anónimo dijo...

Alguien me dijo una vez, que aunque el sol es el mismo cada día, no hay dos amaneceres iguales. Algo parecido ocurre con la luna, aunque sean nuestros ojos los que la miran diferente.

Un beso alunado.

Anónimo dijo...

Bs. Jade

Anónimo dijo...

ESte més tiene una luna gigante también en sus últimos días...
Anyi