domingo, 15 de marzo de 2009

Aislamiento


Ilustración: Mujer con mariposa (Juan Ripollés)

Escuchando: Wherever I lay my hat (John Paul Young)





En mi memoria:

"Por el aspecto de tus ojos
puedo decir que vas a llorar
¿Es por mí?
Si es así, ahórrate las lágrimas.
No las merezco.

Porque soy la clase de chico que
que siempre está vagando.
Mi casa está donde dejo el sombrero.
Esa es mi casa”.


(de la canción anterior)




Tengo una extraña teoría que no me atrevo a consultar con mi médico: estoy desarrollando una alergia a mi propio cuerpo.

Fruto de esa intolerancia progresiva, anoche me fui a la cama removiendo la idea de que un día me levantaré y me habrá sucedido lo que a Gregorio Samsa o algo peor. Así que no tiene nada de particular que, de madrugada, me haya despertado sudando, mientras soñaba con un vagón de metro detenido en una estación por la que los trenes iban desfilando a gran velocidad con las ruedas chirriando sobre los railes. Alrededor de mí, unas personas sin ojos ni boca, hacían un ruido tenue golpeando con los pies en el suelo.

Aterrorizado, me he despertado, y me he dado cuenta de que todo estaba igual que antes de dormirme pero, lejos de tranquilizarme, me he inquietado más. He encendido la luz, he bebido algo de agua y he dado muchas vueltas antes de volver a conciliar el sueño.

Es una tontería pero, desde que no estoy contigo, a veces se me hace terrible pensar en las pocas personas que llorarían de verdad mi propia muerte, aunque para viajar en soledad haya que pagar estos peajes.



kuko

1 comentario:

Anónimo dijo...

qué jodidamente bueno eres!!!!!!
Mest