domingo, 5 de octubre de 2008

Apariencias


Ilustración: Hombre en la taberna (Rafael Barradas)

Escuchando: Ilusión (Julieta Venegas y Marisa Monte)





En mi memoria:

“Una vez yo tuve una ilusión
y no supe qué hacer
con ella.
Y ella se fue…

¿Por qué la dejé?
¿Por qué la dejë?
No sé.
Solo sé que se me fue.

Mi corazón, desde entonces,
la llora a diario
en la puerta…”

(De la canción anterior)





Sabía ponerse triste tan bien que hasta engañaba a su propio perro.

Se sentaba en el sofá e inclinaba la cabeza así, hacia a un lado, sin cerrar los ojos, como mirando a un punto fijo del horizonte.

Su perro se acercaba y le lamía una mano, gimoteando.

La escena me resultaba fascinante siempre. Nunca ví un perro tan enamorado.

- “Podrías engañar a cualquiera con eso”

- “También a ti, si no te lo hubiera dicho”

Pero lo único cierto es que la tristeza se había instalado en esa habítación y que los engañados éramos todos menos el perro.




kuko

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Haz el favor de dejar de copiarme los títulos de las entradas!! Otra vez más...chapeau!!

Besos.

Ogigia dijo...

amigo, hola...qué curioso, rafael barradas..amigo de alberto Sánchez...