martes, 1 de julio de 2008

Crepúsculo



Ilustración: Crepuscular (Eduardo Úrculo)

Escuchando: A whiter shade of pale (Procol Harum)



En mi memoria:
“Y esto fue lo que ocurrió
Mientras el molinero contaba su cuento

el rostro de ella se transformó al principio en fantasmal

y luego se volvió más blanca que palida”

(De la canción anterior)




Me tranquilicé pensando que la anterior vez ya pensaba que sería la última que escuchaba un veredicto de amor eterno. Al decirme que, a pesar de todo, me iba a seguir amando, se rompieron todas las promesas previas y cayeron al suelo diluyéndose como sal en el agua. Era mágico poder pensar que ella intuía que nada había existido antes y que todo era el preludio de este estado, como si todos los caminos confluyeran en uno, como si nada tuviera sentido antes de ese momento, como si encajase la última pieza de un inalcanzable puzzle, como si todo el Universo hubiera nacido para alcanzar ese instante preciso.

Sonaba tan falso como necesario para el buen orden de las cosas. Ella necesitaba pensar que aún era capaz de amar como hace años, y yo que podía despertar amor a pesar de todo. Los dos nos engañábamos y los dos podíamos sentir que nos encontrábamos ante esa rama a la que asirte por un instante. Suficiente reposo cuando llevas años en caída libre. Engañoso descanso que alivia como una sedación.



kuko

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Que tremendo eres escribiendo, que bien dibujas, que precisión, que certero...que difícil!

Besos.

Anónimo dijo...

Eres bueno, muy muy bueno. Es un reflejo nítido de muchos día a día.
A ver si te prodigas mas porque fascina leerte
Mest

Ogigia dijo...

sigo leyéndot e y admirándome

Anónimo dijo...

Es difícil la hora del crepúsculo, el Crepúsculo, ahora hasta lo disfrutopero hasta hace muy poco me angustiaba,pero tú escribes de lo que y no sé( muy bien, por cierto) y yo escribo sin pensar,al vent sempre.