Perro flaco
Debe ser consecuencia de la era virtual, pero nos hemos hecho de la secta de lo contíguo. Parece que sólo existe lo que se toca, lo que se toma/deja mediante ocupación inmediata, abarcando las manos. La existencia parece ser cuestión de continente más que de contenido.
Y digo esto porque estoy horrorizado por lo sucedido en Haití más allá del impacto directo del seismo, con sus miles de muertos y heridos, con su pobreza sobre pobreza, con el pánico de todos y el pillaje de muchos…
Pero, sobre todo, me horroriza el significado de las fotografías que está publicando la prensa occidental sobre el desgraciado evento. Recuerdo que los muertos caucásicos –los del 11-S, los el 11-M- no tenían rostro, ni senos, ni genitales, pero los haitianos sí.
Será cuestión de racismo o de un cierto desprecio que se siente por quien ha tenido la desgracia de vivir en uno de los países más pobres del planeta.
O puede –intento ser benévolo- que sólo se trate de que nunca hemos abarcado a los haitianos en nuestras manos. Por eso no existen y no pasan de ser imágenes virtuales.
Tal vez sea un buen momento para recuperar nuestra conciencia de seres. Debemos ser humanos, debemos regresar al ser humano, porque lo somos o porque algún día lo fuimos.
kuko-