jueves, 30 de octubre de 2008

Calma


Ilustración: La ventana del pintor (Juan Gris)

Escuchando: In the deep (Bird York)



En mi memoria:

“Ahora el hielo aprisiona nuestro río, con su blancura cubre la nieve nuestra isla, y junto a la lumbre invernal Joan y Darby dormitan y sueñan. Sin embargo, en el sueño, fluye el río y la barca del amor aún se desliza...Escucha el sonido del remo al cortar sus aguas. Y en las tardes de invierno cuando la fantasía sueña en el crepitar de la chimenea, en sus oídos de viejos enamorados el río de su amor canta en los juncos. Oh amor mío, ama el pasado, pues en algún día fuimos felices y algún día nos amamos. "

(Algún día nos amamos - Robert Louis Stevenson)




Está bien. Tal vez. Puede -y digo sólo que puede- que, a lo mejor, me deje llevar.

Es posible, no podría asegurarlo, que cambiemos lejanía por proximidad, asperezas por ternura, sombra por luz.

No sé si seré capaz, pero intentaré morir para ser resucitado, para que tú me resucites.

Dale sentido a estas palabras, hazme creer que escucharás mi tenue voz ahogada en la tierra en medio de esta tormenta.

Hazlo, aunque ya no importe. Hazlo, porque pasó el tiempo de decidir que hay que tomar decisiones.

Haz tú esa parte y yo haré la mía.

Esperaré aguardando el momento de dejarme ir por ese camino estrecho. Y ya no me pregunto siquiera por lo que pasará si al final alzo la voz para confesarte un propósito que te resulte extraño por indecente.

Porque temo que eso pase, e ignoro si al final cambiará algo o si me será útil haberlo soñado todo con la nitidez que tiene un día de sol que emerge tras la lluvia.



kuko

domingo, 5 de octubre de 2008

Apariencias


Ilustración: Hombre en la taberna (Rafael Barradas)

Escuchando: Ilusión (Julieta Venegas y Marisa Monte)





En mi memoria:

“Una vez yo tuve una ilusión
y no supe qué hacer
con ella.
Y ella se fue…

¿Por qué la dejé?
¿Por qué la dejë?
No sé.
Solo sé que se me fue.

Mi corazón, desde entonces,
la llora a diario
en la puerta…”

(De la canción anterior)





Sabía ponerse triste tan bien que hasta engañaba a su propio perro.

Se sentaba en el sofá e inclinaba la cabeza así, hacia a un lado, sin cerrar los ojos, como mirando a un punto fijo del horizonte.

Su perro se acercaba y le lamía una mano, gimoteando.

La escena me resultaba fascinante siempre. Nunca ví un perro tan enamorado.

- “Podrías engañar a cualquiera con eso”

- “También a ti, si no te lo hubiera dicho”

Pero lo único cierto es que la tristeza se había instalado en esa habítación y que los engañados éramos todos menos el perro.




kuko

jueves, 2 de octubre de 2008

Tofu



Ilustración: Thirteen laughing at each other – fragmento (Juan Muñoz)

Escuchando: I would anything for love (Meat Loaf)





En mi memoria:

“En la apariencia de los inicios otoñales todo parece igual, pero todo ha cambiado. Por la noche los cielos son más profundos, de un azul más profundo, como si los hubieran deshollinado. Las noches se enfrían y el aire se vuelve fino. El cambio se nota sobre todo cuando un buen día siente uno que se ha resfriado. Los resfriados de otoño son desagradables, porque es difícil saber su causa. Se siente uno resfriado y descubre entonces que ha llegado la hora de cerrar las puertas, de encender algo de fuego, de buscar un rincón amable, recogido.”

(Equinoccio de otoño – Josep Pla)




Después de recibirme con un beso sucio, me invitaste a pasar a tu salón, donde el primer plato ya se encontraba servido aunque yo llegué diez minutos antes de la hora prevista.

- “¿Qué co….. , digooooo, qué es esto?”

- “Nituke de cebolla y zanahorias con tofu”

Hubiera podido, fácilmente, subir el tono de la conversación diciéndole que me asqueaba el tofu, pero me contuve pensando en aquel beso. Estaba ahí, tan reciente…

Mi ansiedad fue en aumento cuando contemplé que en el centro de la mesa, a modo de gran florero, yacía un enorme cuenco con una ensalada.

Tome una nota mental: “Nunca, nunca volver a quedar con una vegetariana en su casa”.

“Aunque bese sucio” – añadí- y me prometí pasar esa nota a un post-it y colocarla en un sitio muy visible.

Y ahora la estoy viendo ahí, encima de la pantalla, amenazando con caerse como si fuera un mito.




kuko